Evitar los hábitos perjudiciales para la salud está en tu mano. Te contamos cuáles son los más comunes y cómo cambiarlos. ¿Reconoces alguno de ellos?


Mal descanso. Si no duermes lo suficiente, es muy probable que al día siguiente te sientas agotado e irritable. La falta de sueño también te hace más propenso a sufrir algunos trastornos como ansiedad, depresión, problemas de corazón o presión alta.


Sedentarismo. Cuando no haces suficiente ejercicio, el cuerpo deja de quemar calorías y aparecen problemas de sobrepeso. La inactividad física también puede afectar a tu sistema inmunitario y aumentar la probabilidad de enfermar.


Mala alimentación. La falta de tiempo, picar entre horas o no comer lo suficiente, son algunos de los problemas frecuentes que te impiden llevar una alimentación adecuada. Una de las consecuencias más comunes es la obesidad. También puede causar problemas digestivos o enfermedades cardiovasculares, sobre todo si consumes alimentos altos en grasas.


Estrés. Hoy en día es muy habitual padecer estrés. Se produce cuando nuestro cuerpo detecta una «amenaza» y libera una sustancia llamada cortisol. Es posible que el estrés prolongado afecte de manera negativa a tu trabajo, a las relaciones con los demás y, sobre todo, a tu salud mental. Además, puede derivar en otros problemas como ansiedad o depresión.


• Uso excesivo de la tecnología. Pasar muchas horas delante de la pantalla puede provocar dolores de espalda y cervical. También es probable que sufras migrañas y problemas de concentración.

 

¿Cómo empiezo a cambiar mis malos hábitos?


Descansa el tiempo adecuado. Lo ideal es que duermas entre 7 y 8 horas diarias.


• Realiza ejercicio físico. Acudir al gimnasio puede ser un gran paso para corregir los malos hábitos.


Elabora un plan de alimentación adecuado. Organizar tu menú semanal te ayudará a ahorrar tiempo y comer mejor. Puedes consultar a un nutricionista profesional para que te asesore.


• Practica meditación. Contribuye a aliviar el estrés y ayuda a gestionar mejor tus emociones. Para empezar, puedes meditar 15 o 20 minutos al día.


• Usa los dispositivos tecnológicos de forma responsable. Es importante establecer límites para no pasar demasiado tiempo con el móvil. Usar una aplicación gratuita, como Forest o Space puede ayudarte. Si tu trabajo implica pasar muchas horas delante del ordenador, acudir a un fisioterapeuta será muy beneficioso.

 

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