Si alguna vez has sufrido una lesión de tobillo o rodilla, puede que tu fisioterapeuta te haya recomendado realizar ejercicios propioceptivos. ¿No es tu caso? Entonces es probable que desconozcas en qué consisten. Te contamos más sobre ellos.
¿Qué son los ejercicios de propiocepción?
La propiocepción es la capacidad que tiene tu cuerpo de controlar y ser consciente de los movimientos y de la posición de las articulaciones. Además, te ayuda a percibir tu postura. Por tanto, el sistema propioceptivo es el responsable de que, por ejemplo, pises un terreno irregular y tengas la capacidad de mantener el equilibrio para no caerte.
4 beneficios de los ejercicios propioceptivos
- Permiten sostener una postura corporal adecuada. Muchas contracturas tienen su origen en sostener una mala posición del cuerpo durante un periodo largo de tiempo.
- Fomentan tu equilibrio y la coordinación. De esta forma, tendrás mayor estabilidad articular. Es decir, sabrás mantener tus articulaciones en su posición adecuada.
- Sirven para la prevención de lesiones. Si mejoras tu equilibrio y aprendes a detectar malas posturas, podrás evitar posibles dolencias futuras.
- Fortalecen tus articulaciones. El entrenamiento de fuerza no es el único que puede ayudarte a conseguirlo.
Propiocepción: 4 ejercicios que puedes hacer
Los ejercicios propioceptivos pueden realizarse con o sin material. Vamos a decirte algunos ejemplos:
- Ponte de pie y eleva una pierna con la rodilla flexionada. Mantén la de apoyo semiflexionada para evitar lesionarte. Aguanta el equilibrio durante 30 segundos y repítelo con la otra pierna.
- Usa un bosu y haz una sentadilla estática. Coloca las rodillas a la altura de tus hombros y conserva la postura durante 30 segundos.
- Realiza oscilaciones con tu pierna. Consiste en flexionar la cadera a 90 grados y balancearla junto a tu rodilla hacia atrás. Repite este movimiento unas 15 veces.
- Apoya el talón en un fitball. Se trata de un balón diseñado para el entrenamiento físico que suele medir más de 35 centímetros. Puede que lo hayas visto en alguna clase de pilates. Guarda el equilibrio y baja el peso de tu cuerpo flexionando la pierna. Repite durante 15 segundos.
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